domingo, diciembre 01, 2013

¿Nos hacemos follamigos?


¿Nos hacemos follamigos?



Me hace mucha gracia, me parto y me mondo con el neologismo follamigo, vamos el amigo con derecho a roce de toda la vida que se usaba en los 90.
Un follamigo es básicamente un amigo/colega con el que se practica sexo sin compromiso. Punto pelota. Hasta aquí está claro. Claro no, clarísimo.
Parece simple ¿verdad? Pues no lo es.
He aquí el famoso contratito sobre los follamigos que pulula por internet . Para los que no estéis familiarizados con el mundo de la follamistad, básicamente viene a establecer los derechos y obligaciones de las partes. Leed, leed, pues el saber no ocupa lugar.
¿Qué os parece? Yo me río por no llorar, aunque imagino que a más de 1 le gustaría que la vecina, el de la tienda de enfrente, el primo de su amiga, la amiga de la novia de su mejor amigo le firmara el susodicho contratito. ¿Un chollo no?
Pero querid@s lector@s, las cosas no son lo que parecen. Le he mostrado el follacontrato a mi hermana, que es abogada y de las buenas, y entre otras cosas me indica que hay vacíos legales, supuestos futuribles sobre los que no hay control alguno, faltan cláusulas, etc… No voy a deciros por donde me paso yo este contrato y cada una de sus clausulas. De todas formas, esto es como cualquier ley, norma o contrato, está para infringirlo. Qué bien sienta un poco de Wild Side de vez en cuando.
¿POR QUÉ FOLLAMIGO, POR QUÉ?

1. 
Eres solter@: No tienes pareja estable, realmente ni estable ni inestable, directamente no tienes pareja. Salvo que seas un pillador nato, una rompecorazones, un crack del ligue, una inagotable castigadora e insaciable devora hombres (que es mi caso), seguramente pasarás más de tres, cuatro o más fines de semana, en el peor de los casos, meses, sin compartir cama con alguien del sexo opuesto o de tu mismo sexo. Tu día a día como solter@ lo llevas con excelente maestría, estás orgulloso de tu brillante soltería. Pero ¡ay!, cuando llega el fin de semana, la noche, cuando todos los gatos son pardos, ese ansiado y deseadísimo Friday o Saturday night, eso ya es otro cantar. Ya no te hace tanta gracia ser el soltero o la soltera de oro. Entre otras cosas, no eres Tony Manero!
2.       Un calentón que quieres apagar: Esa noche sales pensando que de esa noche no pasa, que hoy pillas fijo. Quedas con tus amigas, con tus colegas, dispuest@ a triunfar como la Coca Cola. Como un@ estrateg@ del pille recorres el garito con tu mirada felina y el radar pilla cacho activado. Los cuatro puntos cardinales controlados, una puti vuelta en el caso de ellas, una ronda guarra en el caso de ellos para hacer una prospección del terreno, tanteando el garito, viendo tus posibilidades y analizando a la competencia, buscando si eres el tipo más atractivo del bar. Un DAFO en toda regla.
Una vez decidido el objetivo, intentas pillar con es@ en quien has puesto el ojo y la bala, los tanques y la US Army al completo. Pa fuera telarañas que de esta noche NOOOOO pasa. Desgraciadamente, y una vez más, tu objetivo en cuestión pasa de ti. Un chupito, otra copa, otro baile, intentas estirar la noche. Pasan las horas y ves que tu objetivo está cada vez más lejos, se ha decantado por otr@ o ha abandonado el garito. Huele a tragedia, a seguir pasando la mano por la pared, ano pillar ni un constipado, a no comerte ni un colín. Suma un día más a tu tristísima y paupérrima vida sexual.
3. Tus hormonas empiezan a traicionarte y tu calentón cada vez es más intenso y evidente…y el maldito reloj marca las siete de la mañana. Que ligues ahora es ciertamente Misión imposible. Es una hora clave, a esas horas tienes dos opciones. La primera es seguir intentándolo. Seguramente tu estado etílico será considerable y tu estado físico, mental y verbal lamentables, a lo que se suma que tu capacidad de resolución sexual seguramente sea igualmente nula.
Estás en un estado de alarma, un estado de sitio, un SOS en toda regla. ¿Cuál es la segunda opción?
Una llamada picante, sugerente y disfrazada de ingenuidad, así como quien no quiere la cosa. Desesparad@ cruzas los dedos para que tu follamigo escuche tu llamada de EMERGENCIA! ¡¡BINGO!! Descuelga el teléfono, y si ha corrido la misma suerte que tú, o mejor dicho la misma mala suerte, estará 100% disponible, y como un roto para un descosido, como Zipi y Zape, como Pin y Pon, como los amantes de Teruel os iréis felizmente de la mano a la cama.
Teniendo en cuenta la hora y tu/su/vuestro estado etílico, es muy probable que el polvo no sea lo que esperabas, ni de lejos. Es más, es más que probable que el polvo sea nefasto, pero ¿quién dijo que el sexo con un follamigo fuera perfecto?
¿HAPPY ENDING?
Nada es para siempre, y como cualquier otra relación, la relación con el follamigo siempre llega  a su fin. Veamos las causas de tan angustioso drama:
1.Uno se pilla y el otro no: Algunas veces serás la víctima y otras el verdugo, pero siempre es una faena, por que en cualquier caso te quedas sin ese polvo con el que contabas con total seguridad en esas noches en las que tus hormonas te piden guerra y sexo y no hay nadie más disponible para saciarte. Mi consejo, uno de eso que no doy ni vendo por que para mí no tengo, es que en cuantico aparezca el mínimo síntoma de encoñamiento, pensamientos moñas, alelamiento, maripositas en el estómago, ganas de estar con el follamigo de turno más allá de ese polvo maldito y otros momentos dubitativos y titubeantes, véanse a) ¿Por qué no me llama?, b) ¿Y si le llamo yo? Ante todo somos amigos, c) Quieres que te coja de la mano o abrazarle por qué sí, d) Proponerle ir una noche a cenar o ver la última de Woody Allen.
Amig@ de mi alma y de mi corazón, esos son muy  malas noticias. Me lo temía. ¡Te estás enamorando, te estás encoñando, te estás pillando de tu follamig@! Y ENAMORARSE es lo único que no está permitido. Corta por lo sano, ya mismo, ahora.
2. De nuevo los enemigos públicos Nº 1, Cupido y su primo San Valentín. Uno de los dos se enamora o conoce a alguien especial, con el que además de sexo, quiere compartir otras cosas. En ese caso, creo que más dramático que el primero, es un adiós definitivo.
Un follamigo es un apaño, un torniquete, una solución temporal a tus calentones nocturnos, diurnos o del tipo que sean. Sacia tu apetito sexual en momentos muy puntuales, pero el follamigo es alguien con quien tienes muy claro que NO quieres mantener ningún otro tipo de relación, por que sencillamente esperas encontrar a ALGUIEN MEJOR.
Y es que ser deseable físicamente, follable para ser más claros, no es lo mismo que ser amable, que no simpático, sino querible. A un follamigo se le tiene cariño, aprecio, se le quiere un huevo tío/tronco/tía/tronca como amigo que es, pero no hay nada más. De ahí al AMOR del bueno, ese que sale en las pelis románticas, hay un buen trecho.
3. Uno de los dos se cansa o los dos acabáis hasta el moño el uno del otro: Al ser el sexo el único vínculo, llega un momento que tu follamigo deja de ponerte o interesarte, o vice versa. Sólo sexo, es lo que tiene, muy poco vínculo para que perdure en el tiempo. Los follamigos siempre tienen fecha de caducidad, le pese a quien le pese.
Ante estos tres posibles endings la solución siempre es la misma, un clavo saca otro clavo, a follamigo muerto, follamigo puesto. Lo importante es que no dramatices, búscate uno nuevo y a vivir.
El follamigo NO es un GRAN AMOR, así que no veo necesario montar una escena a lo Lo Que El Viento se Llevo. La ruptura con un follamigo se limita a ni enviar ni contestar mensajes, llamadas, whatsapps o borrarle del Facebook. Aunque quizás eliminarle del Facebook sea demasiado, igual tu ex follamigo puede pensar que estás dolido, resentido o peor, ¿Enamorado? ¿Otra vez?

CONTRAINDICACIONES
No olvidemos las desventuras, contraindicaciones y putadillas varias que suelen aparecer en forma de daños colaterales en una relación follamistosa.
De toda la vida, el roce hace el cariño. Los más románticos opinan que un polvo es un polvo, y dos ya son una relación. Hay otros que afirman que si se repite es por algo. Otros sin embargo, los más prácticos, piensan que el sexo es sólo sexo, y por lo tanto un follamigo es sólo un follamigo. Independientemente de las distintas opiniones, la única verdad es que 1 polvo es 1 polvo y  1 polvo + 1 polvo siempre serán 2, ni más ni menos, ni menos ni más. Pero eso sí, salvo que se tengan las cosas muy claras, seas una femme fatale o un tipo duro, insisto, el roce hace el cariño.
El mismo olor, la misma voz, el sabor de siempre, la piel de siempre, los mismos brazos, la confianza pueden engañar a tu cerebro, implicarte más de la cuenta y hacer que te montes tu propia película de ciencia ficción. En las relaciones follamistosas no hay domingos por la tarde, y si los hay no son como te imaginabas o desearías, no hay paseítos cogidos de la mano, no hay planes de sofá, manta viendo alguna peli injustamente olvidada de Billy Wilder, no hay besitos ni cariñitos. JUST SEX.
Como mucho, fumáis el cigarrillo a medias…, eso no se le puede negar ni a tu pero enemigo. Pero si eres de los que quiere algo más, quizás sea mejor que lo pienses antes de lanzarte al excitante y peligroso mundo de las follamistades.
He aquí un test (in English) para saber si estas preparado O no para tener un@ follamig@o, ser un follamigo ejemplar y no morir en el intento.
LA EXCEPCION QUE CONFIRMA LA REGLA
Puede ocurrir, aunque en el menor de los casos, que sorprendente y a pesar de que los dos lo tengan muy claro, una relación follamistosa evolucione hacia una relación. Torres altísimas he visto caer, auténticos bloques de hielo que negaban sentimiento alguno hacia su follamigo, y que por arte de magia han caído fulminantes en las temidas redes de cupido y ahora celebran el día de los enamorados con flores, cena y toda la parafernalia.
Me despido con esta frase:
 No digas de esta agua no beberé o este cura no es mi padre o esta polla no me cabe.
Continuará…¡Feliz Sexo! 







SEXO SÍ, AMOR NO

¿Amigos con derecho a roce? Las claves para que funcione 'la relación'

Todas las personas han tenido alguna vez en su vida un amigo con derecho a roce. Ahora bien, ¿cómo hay que tomarse la relación para que salga bien la cosa?
Chico besando a una chica
Una pareja de amigos besándose cariñosamente

¿Quién no ha tenido alguna vez a lo largo de su vida un amigo con derecho a roce? Esta situación puede convertirse en algo muy divertido o, por el contrario, puede acabar siendo una auténtica pesadilla si no se sabe cómo actuar.

No puedes exigirle ciertas cosas de pareja
Desde Bekia Pareja te queremos dar algunos consejos si decides aventurarte e ir más allá con alguno de tus amigos yempezar a mantener encuentros sexuales con esa persona con más o menos frecuencia. Pero, ante todo, ten muy clara una cosa: sexo sí, amor no.

Ésa es la clave principal e inamovible de los, comúnmente llamados, 'follamigos'. Y es que si se deja de hablar el mismo idioma... comenzarán los problemas y se terminará esa relación de amigos con derecho a roce. Ahí van las cinco claves para que tu 'relación' funcione.

Dos personas durante un encuentro sexual
Los preliminares también existen en los amigos con derecho a roce

1. Pensamientos claros y transparentes: sexo sin compromiso


Antes de que comience vuestra relación de 'follamigos', es importante que las dos partes tenga las cosas muy claras. Es decir, disfrutar de vuestros encuentros sexuales al máximo y repetirlo tantas veces como queráis pero... sin pedir nada a cambio. En el momento en el que uno de los dos exige algo más que sexo, hay que replantearse la situación.

Si estás celosa, has pasado la barrera del 'sólo sexo' y está surgiendo el amor

2. Nada de sentimientos: prohibida la implicación emocional


Cuando se comienza una relación de este tipo, el mayor riesgo es que afloren ciertos sentimientos más allá de la necesidad de una relación sexual. Lógicamente, tras el encuentro sexual, siempre se crea una situación de cariño con besos o abrazos.

Ahora bien, no confundas nunca ese momento cariñoso que surge, normalmente, tras el coito, con algo más. Si lo haces, error. Una cosa es el cariño que, de por sí, os tenéis por el hecho de ser amigos, y otra cosa es que ese cariño lo empieces a confundir con amor de pareja.

Encuentro sexual entre una pareja de adultos
Encuentro sexual entre una pareja

3. Nada de citas románticas: sólo son encuentros sexuales


Otro punto a tener en cuenta es el concepto de cita. Evidentemente, dos amigos quedan, se toman algo juntos o van al cine pero, si tu amigo ha traspasado la frontera y ahora es un amigo con derecho a roce, lo mejor es que abandonéis este tipo de citas a solas, para evitar la confusión de sentimientos.

Sólo sexo, nunca amor
Y es que, lo queramos o no, al final uno de los dos termina por empezar a confundir sus sentimientos y a pensar que, además de esos encuentros sexuales, está empezando a surgir un cariño especial. Si pasa eso, replantéate la situación.

4. No acaparar la atención más de lo necesario: no es tu pareja, sólo tu amigo


Continuando con el hecho de que no debes confundir amistad con pareja en ningún momento, no puedes exigir a la otra persona más de lo necesario. Esto es, es tú amigo y, como tal, puedes contarle tus problemas o tus inquietudes porque, más allá del sexo, es eso, tu confidente. Pero sin excederse, todo en su justa medida, sin agobios.

¿Amigos con derecho a roce? Las claves para que funcione 'la relación'
Los encuentros sexuales son más o menos esporádicos

Y, sobre todo, si no te ha llamado algún día o no te ha escrito o no sabes nada de él, nunca puedes echárselo en cara... ¡qué solo es tu amigo y no te tiene que dar explicaciones de lo que hace o deja de hacer cada minuto del día!

5. Relaciones con terceros: no olvides que no es 'de tu propiedad'


Evidentemente, al hilo de todo lo dicho anteriormente, tú no mantienes una relación con esa persona, simplemente es un amigo con el que mantienes encuentros sexuales esporádicos. Por ello, es lógico que tanto tú como tu amigo quedéis con otras personas.

Si surgen sentimientos, la 'amistad' se está transformando en amor
Si se da esta situación, aquí tienes la oportunidad de medir hasta donde llegan tus sentimientos hacia tu 'follamigo'. Si has sentido el más mínimo rastro de celos o estás algo incómoda con el hecho de que el otro quede con un tercero, ponte en alerta, has traspasado la frontera.

Con estos pequeños consejos podrás detectar el momento exacto en el que has pasado la barrera del 'follamigo' para adentrarte en una relación. Un noviazgo que saldrá adelante si a la otra parte le ha pasado lo mismo, o que deberá terminar para evitar un sufrimiento mayor en el futuro.
 Isabel Gómez Lunes, 14 de Mayo de 2012


Un buen follamigo no lo es cualquiera

Y parecía el chollo del siglo ¿verdad chicos? Pues resulta que no, que incluso para ser follamigo sin compromisos, y sin darle demasiadas vueltas al tema, os lo tenéis que currar un poquito. Sólo un poquito. Ahí van algunas pautas.


1 - Un buen follamigo te quiere, y te quiere porque te valora. ¡Sorpresa! pero ¡aquí estamos hablando de follar, no de amor! Evidentemente, pero es que hay cosas que no están reñidas. Y entendámonos, el follamigo no está enamorado, puede vivir sin ti, no pretende que le invites a casa de tus padres a tomar el té, ni casarse contigo y que seas la madre de sus quintillizos. No. Pero te quiere como se quiere a los amigos, con franqueza, con alegría, desde el corazón, sin dobleces y sin recelos. No es de ésos que van diciendo por ahí que tú eres una guarra y él un machote, después de haber hecho exactamente lo mismo. Cuando habla de ti lo hace con respeto, y posiblemente con cariño. Sabe que una relación de sexo sin convivencia, sin compromisos y en libertad, es lo que desean muchos hombres, y él lo tiene gracias a ti. Eres uno de sus mejores tesoros y está orgulloso y agradecido de que estés en su vida.

2 - Un buen follamigo folla bien. Parece evidente, pero en la práctica no lo es tanto. “Follar bien” quiere decir que los dos os divertís y disfrutáis mucho de vuestros encuentros. Que él se preocupa de tu placer siempre antes que del suyo (del suyo ya te ocuparás tú, que eres una buena follamiga). Que suele tomarse su tiempo, pero de vez en cuando te empotra contra la pared de la ducha como si no hubiera un mañana. Le gusta jugar, tener imaginación, probar cosas nuevas. Nunca te aburres con un buen follamigo, garantizado.


3 - Un buen follamigo te hace sentir deseada. Con él no te sientes sólo un agujero, o una muñeca hinchable, te sientes una mujer hermosa, atrevida y salvaje. Te sientes importante y especial. Cada encuentro con él dispara tu autoestima hasta la estratosfera. El follamigo no te tiene miedo aunque seas una mujer de armas tomar; no le importa si tienes más experiencia que él, o menos; le gusta verte tomar las riendas y hacer cosas que no haría una mujer decente. Te corresponde y te lo agradece. Si un follamigo no se lo monta, de la manera que sea, para hacerte sentir así, se convertirá muy pronto en un ex-follamigo.

4 - Un buen follamigo es un buen amigo. Sabe estar a tu lado. Si un día habéis quedado, y las hormonas te traicionan, y te da la llorera, pues el follamigo te pone el hombro, te pasa los pañuelos y se aguanta las ganas. Sí, es una putada para él, ¡pero para ti más! así que sin reproches. Eso sí, mucho cuidado chicas, un follamigo no es un paño de lágrimas. Puede (y debe) comportarse como tal en un momento puntual, pero las lloreras habituales mejor pasarlas a solas, o con el amigo gay, que entiende mejor esas cosas y no te está abrazando con la chorra tiesa a la vez que piensa “¡mierda! tenía que pasarle esto ahora..” Un exceso de crisis hormonales femeninas, puede llevar de nuevo a que nuestro querido follamigo se convierta en ex-follamigo, y nosotras no queremos eso, así que cuidado.


Y bien, ¿ha quedado más o menos claro? Ser un buen follamigo no es tan fácil, peropuede conseguirse con un poquito de esfuerzo. Vosotros, hombres del mundo, valoraréis si vale la pena el esforzarse o no.








El Contrato de Follamigo


Hacer el amor es algo muy íntimo, es una conexión muy especial con la otra persona. Pero para follar sólo hace falta satisfacer nuestras puras necesidades primitivas. No importa si es amigo o desconocido, vamos con un objetivo y esperamos conseguirlo. Lo bueno de esto es que él no lo ve como que lo estoy utilizando, porque también está buscando lo mismo. De hecho, es más bien un contrato mutuo donde los dos estamos de acuerdo y nos utilizamos únicamente para sexo. Personalmente, me gusta saber que tengo a unos cuantos “amigos” con los que puedo contactar en estos casos. No es recomendable depender sólo de uno, porque es muy fácil que tenga otros planes y tengas que acabar “jugando al solitario”.
Ahora bien, considero que hay que tener un mínimo de complicidad con la otra persona. Está muy bien que le veas y te entren ganas de lanzarte encima, pero también debe atraerte su forma de hablar, de expresarse y de ver la vida . Algunos pensaréis que este requisito estaría más ligado a una pareja, pero no lo veo así. He conocido chicos que físicamente me atraían mucho, sin embargo, veía que no me aportaban nada y mi libido acababa por notarlo. Con algunos de ellos he tenido encuentros, todos tenemos necesidades, pero al final dejas de llamarlos. Se trata de una atracción tanto física como psíquica.
Los follamigos necesitan tener un cierto grado de madurez sexual, debemos tener cuidado de escogerlos bien y ver si realmente pueden llevar esta situación. Un amigo me comentaba: “Es que ninguna queréis ser el segundo plato”, a lo que le respondí: “Si te dicen eso es porque están pilladas”. Evidentemente que podemos ver a otras personas, es una relación completamente abierta y, por lo tanto, infiel. Muchas veces, detrás del follamigo hay otra intención. Lo ideal sería encontrar un equilibrio entre ambas partes y poder mantenerlo durante mucho tiempo. La realidad es que, en la mayoría de los casos, siempre hay uno de los dos que acaba pillándose. Y al no conseguir una relación, se conforman con ser su follamiga/o. Es una situación triste porque nos hacemos daño, no somos felices y estamos perdiendo el tiempo proyectando una esperanza en alguien que no está interesado en nosotros. Todavía recuerdo (en mis inicios de vida sexual) cuando a uno de ellos le dije: “Te quiero”. Yo era joven y estaba ilusionada con esa aventurilla. Supongo que no acabé de entender el concepto. Por eso, es muy importante que por un lado haya falta de romanticismo y que por el otro, haya una buena comunicación entre ambos. ¡Ojo! Un ex jamás debe ser tu follamigo. Este es un error que cometemos para intentar retener a esa persona, y lo que conseguimos es  remover sentimientos y estancarnos en el pasado.

Quiero compartir con vosotros un video llamado “Cómo conseguir amigos con derecho a roce”. Me parece gracioso y a la vez claro, puede servir de guía para muchos:

Una cosa sí que tiene que quedar clara: los dos tenemos derecho a gozar, por lo que el placer debe ser mutuo. Por experiencia propia, algunos sólo buscan el propio placer en la cama; ese yo-yo en los encuentros ocasionales me parece realmente egoísta. Que la chica/o no te importe no implica que no se merezca pasárselo bien y llegar al orgasmo.
Atención a esta reflexión que comparten desde el Blog 20- y donde nos relatan la visión de la mujer y el hombre follamigos, visto precisamente por los propios amigos.
“Ella reconoce, delante de sus amigas, que se folla a un tipo que no le importa demasiado. Las demás ­–que follan poco o nada– piensan que es una zorra, pero se lo callan y sonríen con aprobación. Ella prosigue diciendo que las dos partes tienen muy claro que su relación se basa casi únicamente en follar y que no hay problema porque nunca se enamorarán ni nada de eso. Mientras habla, se siente un poco profeta; sus amigas, que son unas catetas, nunca podrán entender este grado de relación que ella ha alcanzado. Cada vez que menciona el neologismo “follamigo” lo paladea, lo disfruta desde la efe donde sus dientes presionan el labio superior hasta la o, que convierte su boca en una perfecta circunferencia, sintiéndose evolutivamente superior a las demás.
Él comenta la tarde anterior. Desglosa las posturas en las que se folló a su follamiga mientras los demás –que follan poco o nada– piensan que es un cabrón y que no se merece lo que ha conseguido porque, en el fondo, ellos son mucho mejores que él y el día en que las mujeres puedan ver al chico sensible que hay dentro de cada uno de ellos descubrirán que, realmente, merecen mucho más la pena que su amigo, que no para de follar. Uno le pregunta si no acabará enamorándose de ella y él, con cierta sonrisilla de superioridad, responde que no, que eso es imposible, que las dos partes tienen muy claro que su relación se basa casi únicamente en follar y que no hay problema porque nunca se enamorarán ni nada de eso. Otro amigo le pregunta por qué pasaría si ella se folla a otro y él contesta que nada, que no pasaría nada porque no es su novia, pero en seguida se le viene a le mente una imagen fugaz y filosa en la que ella, con su cara delgada y sus ojos redondos y negros, está llegando al orgasmo con otro tío –un imbécil, un chico mucho peor y menos sensible que él– y eso le produce una desazón terrible, una angustia íntima que en los siguientes minutos se concentra en reprimir.”
Dependiendo del momento en el que te encuentres de tu vida, te apetecerá compartir tu día a día con alguien especial o simplemente tener relaciones esporádicas. Ambas decisiones son perfectamente respetables y no hay que juzgar a las personas por ello.  El sexo es una experiencia muy liberadora, debemos sacar a esa animal que llevamos dentro. ¿Quien sabe? Quizás después de esta entrada recibo alguna proposición indecente…

No hay comentarios:

.

Archivo del blog

.