domingo, marzo 06, 2011

Algo falla en la educación sexual de los jóvenes y adolescentes

Datos para la preocupación. EMILIO DE BENITO EL PAÍS - Sociedad - 05-03-2011
El mejor indicador de los fallos de la educación sexual es el número de abortos en adolescentes o jóvenes. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística indican que en 2008 interrumpieron voluntariamente su embarazo 475 menores de 15 años, y otras 14.464 chicas de 15 a 19 años. La inmensa mayoría alegó riesgo para la salud -física o psíquica- de la madre, lo que apunta a que hubo al menos una relación desprotegida. Ellas representaron un 13,8% de los abortos que se practicaron ese año en España.
En 2009, según datos del Ministerio de Sanidad, tanto el número total de interrupciones como el porcentaje que representan las jóvenes sobre el total bajaron (fueron el 12,74% de 111.482, es decir, 14.203). Aunque el ministerio atribuyó el descenso a la libre dispensación de la píldora del día siguiente, esto no sucedió hasta septiembre. Por eso hay que tener en cuenta otros factores, como un menor número de mujeres inmigrantes que abortan.
El de los abortos no es el único indicador de que algo falla en la educación sexual de los jóvenes y adolescentes. Aunque las cifras son parciales, porque solo corresponden a 15 comunidades autónomas, otra pista que muestra que la educación sexual no cala es el de casos de VIH. En 2004, se diagnosticaron 25 nuevas infecciones entre menores de 19 años; cinco años después, en 2009 -último con datos en el Instituto de Salud Carlos III-, los diagnósticos fueron 32. Las cifras no son muy altas en términos absolutos, pero si se tiene en cuenta que a esas edades la principal vía de transmisión -si no la única- son las relaciones sexuales sin protección, indica que no hay un avance. Esta idea se confirma con los datos de centros sanitarios como el Sandoval de Madrid, que recoge un importante aumento de enfermedades de transmisión sexual entre sus usuarios.
En la misma dirección apunta una encuesta hecha en 2010 online por el fabricante de preservativos Control. En ella, un 34% de los jóvenes afirmaba que había tenido que recurrir a la píldora del día siguiente.
En 2005, la Encuesta Daphne de sexualidad y anticoncepción de la juventud española iba en la misma dirección: un 28% de los jóvenes de 14 a 24 años no usaba ningún método anticonceptivo seguro.
Así que, quizá, a algunos en clase les cuenten la teoría, pero, desde luego, falla la práctica.

Actuar o asumir las consecuencias. FÉLIX LÓPEZ (Félix López es catedrático de Psicología de la Universidad de Salamanca) EL PAÍS - Sociedad - 05-03-2011
La sociedad actual es contradictoria con la sexualidad de los menores y los jóvenes: por un lado, permite y hasta incita a la actividad sexual (en un contexto general en el que la publicidad, la televisión y otros productos culturales comercializan de forma muy explícita contenidos sexuales), mientras por otro, les niega información legitimada y lugares y tiempos adecuados para la actividad sexual. Todos los medios hablan de sexualidad, menos los que deberían: la familia, la escuela y los profesionales de la salud. Mientras, los Gobiernos solo han hecho planteamientos retóricos sobre la educación sexual (propuesta transversal: difícil técnicamente e irreal en la práctica), sin formar a profesores ni sanitarios, y sin contar con dedicación ni tiempo en la escuela y la medicina familiar y la atención primaria.
El Gobierno actual ha tirado por la calle del medio dando el acceso directo a la píldora del día después y al aborto a los menores de edad. ¡Que se las arreglen ellos solos! ¿Qué deberíamos conseguir?: ayudar a las familias a que aprendan a hablar abiertamente con sus hijos e hijas, dándoles una información legitimada; llevar programas de educación sexual sistemáticos con informaciones profesionales a la escuela; e incorporar esta temática en la medicina familiar y asistencia primaria.
Todo ello formando buenos profesionales que no usen el modelo moral (porque estamos en un país no confesional) ni el prescriptivo (que da por supuesto que todos los adolescentes y jóvenes tienen o deben tener actividad sexual), sino con un modelo biográfico para que en libertad y responsabilidad las personas decidan sobre su vida sexual y amorosa, desde sus valores y creencias. Y la gran pregunta: ¿está esta sociedad preparada para aceptar que algunos menores y buena parte de los jóvenes sean sexualmente activos facilitándoles información legitimada y profesional, lugares y tiempos? Si la respuesta es "no", tendremos que seguir asumiendo las consecuencias.

1 comentario:

Fernando J. López dijo...

Acabo de caer en tu blog gracias a una amiga también profesora, como nosotros, y lo anoto desde ya en mi lista de imprescindibles.
En cuanto al tema de la educación sexual, estoy de acuerdo contigo, no se aborda el tema con claridad ni desde un espíritu que no sea moralista. Es más, en tu post no se suma un tema que constituye una asignatura pendiente en el sistema educativo: la homosexualidad, aspecto que no solo no se trata sino que, a menudo, se niega o se reprime. De eso, lamentablemente, he visto mucho en estos últimos años... Tanto como para dejar testimonio de ello en la novela que acabo de sacar con Espasa (La edad de la ira) y que espero que sirva para que quienes no están dentro del sistema se den cuenta de hasta qué punto es precisa una educación (integral, no solo sexual) realmente libre, laica y democrática... Blogs como el tuyo son necesarios para que esa crítica llegue y se difunda. Gracias y un saludo.

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