martes, febrero 03, 2009

Sangre altruista y de confianza. En España hay más de dos millones de donantes de sangre y nadie les ha preguntado si son homosexuales

Sangre altruista y de confianza. En España hay más de dos millones de donantes de sangre y nadie les ha preguntado si son homosexuales. El sistema español de transfusión es uno de los mejores y más seguros del mundo. No lo superan ni Francia ni EE. UU., que siguen impidiendo a los gais donar sangre.Nuria Casas. Zaragoza
Tu sangre salva vidas. Dónala”. El mensaje llegaba con fuerza hace poco más de una semana, a través de todos los medios de comunicación, porque las reservas del preciado líquido estaban bajo mínimos en España. Por esos mismos días se supo que en Andorra y en Francia se mantendrá la prohibición a los homosexuales varones, vigente desde 1983, de donar sangre. Lo mismo ocurre en Estados Unidos desde la misma fecha, cuando el virus del sida empezaba a hacer estragos.
¿Y en España? ¿También hay colectivos ‘vetados’ para regalar vida? No, ni en España ni en la mayor parte de los países europeos se prohíbe donar sangre a ningún grupo en razón de su tendencia sexual. A lo que se pone freno son a las prácticas de riesgo. Cada persona recibe información y un formulario de autoexclusión antes de hacerse donante y cada vez que va a dar sangre. Además, después de donar se analiza cada bolsa para que no queden dudas de que la sangre no está infectada. Resultado: la seguridad es muy alta.
“El sistema de donación en España es de los mejores del mundo”. Lo dice el presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre, Martín Man
ceñido, y lo avalan los datos que aporta: “En 20 millones de transfusiones de sangre realizadas durante diez años no se ha dado ni un solo caso de contagio de VIH”.
Entre las preguntas más frecuentes que se reciben en la Federación Española de Donantes de Sangre figura si están discriminados los homosexuales a la hora de donar sangre. La respuesta es contundente:_“En absoluto. Se establece un período de exclusión en caso de mantener contactos sexuales con parejas no habituales, independientemente de la orientación sexual”.
La directiva de la UE sobre donaciones prohíbe dar sangre a las personas cuya conducta sexual suponga un alto riesgo de contraer enfermedades infecciosas graves que puedan ser transmitidas por la sangre, pero no hace referencia a la orientación sexual ni distingue entre hombres y mujeres.
El representante nacional de los donantes, a quien avalan más de dos décadas de experiencia en esta labor altruista, se muestra convencido de que la legislación española es la idónea. Afirma que conoce personalmente a varios donantes gais y lesbianas, que son totalmente responsables y solidarios, y no donarían si llevaran a cabo prácticas de riesgo como tener de forma habitual distintas parejas sexuales.
Martín Manceñido se remonta a hace 15 años,
cuando se planteó con firmeza en España el asunto. “Ya entonces concluimos que era indiferente que el donante fuera o no homosexual, porque lo que importa es que no existan prácticas de riesgo, y estas pueden darse tanto en una tendencia sexual como en otra”, afirma el presidente de la Federación de Donantes. E insiste:_“Las personas están por encima de la orientación sexual, el riesgo está en la irresponsabilidad de cada uno”.
Martín Manceñido recuerda que, a principios de los 90, desde España se sugirió a los países que seguían impidiendo donar a los homosexuales, como Francia, que flexibilizaran esta cuestión y tomaran la referencia del formulario de autoexclusión. Pero hubo hematólogos que expresaron sus dudas y frenaron el cambio.
En nuestro país nunca se planteó rechazar a los homosexuales como donantes, no existe ni ha existido discriminación, recuerda Fernando Puente, hematólogo y secretario de la Fundación para la el Estudio de la Hematología y Hemoterapia de Aragón.

“En España, la legislación es muy rigurosa y no excluye a ningún grupo, sino las prácticas de riesgo”, ratifica Puente. No obstante, cada bolsa de sangre se analiza para descartar que contenga algún tipo de infección, y no se utiliza hasta que se disponen de resultados que garantizan su calidad. Según Puente, “los niveles de seguridad son muy elevados” y la criba permite controlar que el receptor de la transfusión reciba sangre de calidad. Pero, como hematólogo, sabe que “el riesgo cero no existe ni existirá” al tratarse de un producto biológico.
El hematólogo no descarta que se den casos de personas que hayan tenido prácticas de riesgo y que se decidan a donar sangre porque saben que les hacen una serología y les comunican si han contraído el virus del sida. De hecho, se han dado algunos casos positivos, pero esa sangre no ha sido nunca transfundida porque se ha detectado a tiempo.
Por norma, en Aragón, cada donante recibe, a los pocos días de hacer su aportación altruista, una carta de agradecimiento por el gesto y se le comunica que la sangre estaba en perfectas condiciones o si se ha encontrado alguna anomalía -son las excepciones-.
Por ley, la venta de sangre está prohibida en España desde el año 1984. Pero no es así en todo el mundo:_existen muchos países donde la venta de sangre es práctica habitual, aunque la filosofía de la donación altruista y no remunerada va ganando terreno día a día.
Mientras donar sangre siga siendo el mejor bien anónimo que podemos hacer, ¿quién, a sabiendas, puede dar el regalo envenenado?

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