domingo, noviembre 25, 2012

Indultos: el fraude de la justicia en España

Fraudes de ley disfrazados de indultos




¡Pobre Montesquieu! ¡Él, tan convencido de la separación de los tres poderes! Ahora, sin embargo, la cosa parece una macedonia de frutas. Por ejemplo, el juez dicta sentencia y el Gobierno indulta a reglón seguido, si el condenado es amiguete, del propio bando o rebosa de dinero.
Hace unos días, apareció la noticia de que el Consejo de Ministros ha indultado por segunda vez a cuatro policías autonómicos catalanes, que apalizaron y torturaron a un hombre en la calle, sin identificarse previamente, confundiéndolo con un atracador. El Tribunal Supremo los había condenado a cuatro años y medio de prisión, pero a los dos meses de mandato, el Gobierno de Rajoy les rebajó la pena a dos años de prisión, a fin de que, al no tener antecedentes, no pisaran la trena. Asimismo, cambió la inhabilitación por la suspensión de cargo público durante dos años. Pero llegó el tribunal respondón, la Sección Novena de la Audiencia de Barcelona, y ordenó el ingreso en prisión de los cinco policías, por lo que el Gobierno central les cambió la cárcel por una multa de 10 euros diarios durante dos años (7.200 euros en total), dando así un edificante ejemplo más de fraude de ley y abuso de derecho.
Mi amigo Toño, ahora en pleno proceso de rehabilitación, tuvo que estar unos cuantos meses en la cárcel de Zuera por asaltar una farmacia con un cuchillo. Ni indultos ni atenuantes ni leches para él. Si los españoles y las españolas somos iguales ante la ley, yo soy Caperucita Roja.
El año pasado, el Consejo de Ministros presidido por ZP hizo tres cuartos de los mismo con otros tres policías: rebajó la condena de cuatro años de cárcel a solo dos, para que no tuvieran que ingresar en prisión. Simultáneamente, Pablo Iglesias e Indalecio Prieto estrenaron mordaza.
Policías, funcionarios, alcaldes, compañeros de Partido, ricos, muy ricos, banqueros, golpistas, militares, defraudadores, chorizos de cuello blanco, jueces y un largo etcétera más han ido beneficiándose de los indultos gubernamentales en el transcurso de esta mal llamada democracia, al menos circunscribiéndonos a la igualdad ante la ley.
Wikipedia me ilustra y al mismo tiempo me zahiere: 16.828 indultos gubernamentales desde Suárez hasta nuestros días: Suárez, 410 indultos, 0,58 indultos/día de gobierno: Calvo-Sotelo: 878, 1,36: González, 5943, 1,21: Aznar, 5897, 2,04; Zapatero, 3222, 1,20; Rajoy –en un año- 468, 1,38.
Me vienen a la memoria, dos oficiales relacionados con el caso del YAK-42, Alfredo Sáez y su banco de Santander, Miguel Ángel Calama y su Caja Rural de Ciudad Real, dos directivos de Ebro Azucarera, el ex general de la Guardia Civil Rodríguez Galindo, condenado a 75 años de prisión e indultado tras solo cuatro años de cárcel, el juez Díaz de Liaño, tres condenados por el caso Filesa, indulto parcial a los condenados por el caso GAL…
Por lo mismo, repásese qué ha pasado con el coronel golpista Tejero, el cual, con motivo del 30º aniversario del golpe de estado, fue fotografiado en la piscina de un hotel de lujo canario, o con el general golpista Milans del Bosch, condenado a treinta años de prisión (un escarnio aquella supuesta “prisión” militar, con camarero personal, suite y carta de comidas diaria)  e indultado a los cuatro años. Un documento encontrado en Internet relata que el ministro Acebes concedió en diciembre de 2000 1.333 indultos en un solo día, amparándose en el cambio de milenio y en el Año Jubilar (= “tiempo en que la iglesia católica concede singulares gracias espirituales a los fieles a imitación del Año Jubilar de los Israelitas mencionado en la Biblia”, Levítico, 3).
¡¡¡Manda güevos!!!

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