martes, julio 26, 2011

No acudas a un narcisista esperando comprensión, empatía o compasión. Nunca te dará lo que tú desearías, así que no lo esperes y no te defraudará

El narcisista no es capaz de preocuparse por otra persona. Eso está fuera de sus posibilidades de comportamiento. Si acudes a él o a ella buscando una comunicación, un desahogo, una correspondencia en la expresión de tus sentimientos... vas a sentirte siempre defraudado.
Cuando te escucha él o ella sienten que les estás "molestando" y haciendo perder un tiempo precioso que podrían dedicar a sus necesidades nunca satisfechas de inspirar lástima haciéndose las víctimas (cuyas cuitas son siempre mayores que las tuyas, ¿cómo puedes ni siquiera dudarlo?) Ellos piensan durante dos segundos: "pobrecito (aunque no entiendo lo que me está diciendo)", para volver inmediatamente al eje y centro de su interés. Ellos y su propia vida y sus propias necesidades. El egocentrismo no admite descanso ni demora. Por eso siempre que tú no entres en los esquemas y planes trazados por el/la narcisista te va a ignorar y/o a apartar de su lado si ya no te necesita para sus propósitos.
En la relación con el/la narcisista todo va bien mientras le sigas la corriente, le complazcas en todo y seas amable y delicado... ahora, si por cansancio o hartazgo cambias de registro hacia la sinceridad o pretendes una equidad en el trato... ellos mostrarán enfado, malestar, vergüenza, dolor e incomprensión y se apartarán hasta reponerse del "maltrato" recibido.
Y es que, debido quizás a no haber recibido suficiente afecto en la infancia, el narcisista se siente siempre inseguro y necesita el reconocimiento constante. Para su desgracia ni ama ni permite ser amado, pues desconfía de las personas y sobre todo no se reconoce merecedor de afecto (pues se siente culpable de que sus progenitores no le cuidaran adecuadamente y dieran bastante soporte afectivo). Su conducta acaba causándole soledad pues sólo personas muy sacrificadas (masoquistas) pueden soportar a la larga sus enormes demandas no correspondidas de atención.

Trastorno de personalidad narcisista
Definición:
Es un trastorno de la personalidad caracterizado por un amor anormal hacia sí mismo, egocentrismo, estar absorto en sí mismo y una incapacidad de sentir empatía por los efectos del comportamiento personal sobre otras personas.
Causas, incidencia y factores de riesgo:
Se desconoce la causa de este trastorno, pero una teoría propone que las experiencias de la niñez pueden hacer que se desarrolle este trastorno, que generalmente aparece al comienzo de la edad adulta.
Síntomas:
1- Hipersensibilidad a la crítica, sintiéndose ofendidos con mucha facilidad y reaccionando con sentimientos de rabia, vergüenza o humillación
2- Se aprovecha de otros y los explota para lograr sus metas y objetivos
3- Se considera a si mismo/a como único eje y centro de su vida (egocentrismo)
4- Exagera sus logros y talentos y puede ser arrogante o altanero
5- Alimenta fantasías de éxito, poder, belleza, inteligencia o amor ideal
6- Tiene necesidad constante de admiración externa y, a menudo, baja autoestima
7- Requiere atención, agradecimiento y admiración constantes
8- Tiene poca o nula capacidad de empatía e ignora o desdeña los sentimientos de otros
9- Persigue metas egoístas
Los narcisistas suelen tener una tendencia a sentirse especiales: práctican, por ejemplo, aficiones poco comunes, aparece muy conscientes del estatus, tienen modales elitistas o un desempeño profesional muy exitoso
Tratamiento:
Como sucede con los trastornos de personalidad, la Psicoterapia puede ayudar a la persona a relacionarse con otros en una forma más positiva y gratificante.
Expectativas (pronóstico):
El resultado varía según la severidad del trastorno.
Complicaciones:
Puede dar lugar a problemas en las relaciones interpersonales . Se puede dar el uso de alcohol o el abuso de droga
Extraído de psiquiatria.com

OJO: HAY QUE ESTAR ALERTA ¿Ama usted a un Narcisista? Por María Eugenia Weinstein

¿Se vanagloria su enamorado de sus logros y talentos en forma exagerada? ¿Lo preocupa constantemente el poder, el éxito o la belleza? ¿Busca ser reconocido siempre como especial o único? ¿Requiere de admiración y atención permanentemente? ¿Habla mucho de sí mismo? ¿Es soberbio y vanidoso? ¿Dispone de usted según su conveniencia? ¿Es utilitario y poco considerado con sus sentimientos? ¿Cree en general que los otros lo envidian? Si es así, probablemente la persona que ama presenta rasgos narcisistas o, peor aún, quizás tiene una personalidad narcisista hecha y derecha. Es decir, es un enfermo del ego. Mi más sentido pésame. No sabe cuanto lo lamento.

No se sienta culpable. El narcisista es experto en presentar una fachada atractiva cuando desea atraer a alguien. Su tendencia a fantasear puede hacer que el mundo parezca más luminoso, su hambre de admiración lo lleva a hacer todo lo posible para impresionar, su grandiosidad puede generar ilusiones en quien tiene carencias, incluso su arrogancia puede resultar atractiva y desafiante. Ser el objeto de amor de tamaño personaje puede ser embriagador… por un rato. Pero esta fachada es tan inconsistente, que a poco andar, sus fisuras son evidentes. Los narcisos mienten en forma constante para evitar comprometerse o involucrarse emocionalmente. Distorsionan hechos de acuerdo a sus intereses, y acomodan interpretaciones para hacerlas calzar con su endiosada autoimagen. Se engañan tanto a sí mismos como a los demás. Aparentan emociones y simulan sentimientos para conmover, atraer y manipular a los otros. Sin embargo, difícilmente sienten de verdad, porque un gran vacío emocional está en la base de la frialdad y la imposibilidad de amar y de sentir empatía del narcisista. Son literalmente, unos desconsiderados, incapaces de establecer relaciones recíprocas.

Si usted es pareja de un narcisista debe entender que éste lo percibe como un suministro para su ego, como una extensión de sí mismo, sin necesidades propias o distintas a las de él. Se siente con el derecho a obtener lo mejor de la relación sin tener que invertir nada a cambio. Cree que su sola y grandiosa presencia debiera ser suficiente para satisfacer todos sus requerimientos. Incapaz de comprender sus sentimientos u ponerse en su lugar, no podrá evitar exprimirle el jugo hasta la última gota. Cuando ya no le sea útil a sus propósitos, decaerá su atención. No le extrañe cuando comiencen las descalificaciones, ya que toda oposición o conflicto la vivirá como amenaza, pasando rápidamente de las declaraciones de amor al distanciamiento, la infidelidad o el abandono. No experimenta culpa ni remordimiento cuando hace daño, sólo miedo y rabia de perder una fuente de atención. Si aún le sirve, no le dejará ir tan fácilmente porque busca tener a las personas bajo control y a su disposición. Al narcisista no le gusta perder, por eso acumula.

Es posible amar a un enfermo del ego si se es capaz de aceptarlo incondicionalmente, sin ninguna ilusión y habiendo perdido ya todas las expectativas respecto de una eventual reciprocidad. Algunos pueden ser encantadores, la mayoría son inteligente y atractivos. Pero los narcisos son narcisos, valga la redundancia. Uno los toma o los deja; no se puede pretender cambiarlos porque es una pérdida de tiempo. El narcisista no cambia, siempre es el mismo. El único que cambia, o puede cambiar, es usted.

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