jueves, marzo 31, 2011

Inside Job, considerada la primera película que revela la verdad detrás de la crisis económica del 2008. Nadie va a la cárcel. Joaquín Estefanía

Oscars 2011: 'Inside Job' es el mejor documental del añoLa edición 83 de los premios Oscar otorgó el galardón a Mejor Documental a Inside Job, considerada la primera película que revela la verdad detrás de la crisis económica del 2008.
La presentadora de televión Oprah Winfrey fue la encargada de anunciar el ganador en esta categoría. “Estas fueron las películas que no nos hicieron escapar de la realidad”, expresó.
Al recibir la estatuilla, el realizador de esta cinta, Charles Ferguson, crítica el hecho que a tres años del fraude que generó la enorme crisis económica en EE.UU., no se haya castigado a los responsables. "Ningún ejecutivo del mundo de las finanzas ha ido a la cárcel (tras la crisis del 2008) y eso está mal", aseguró.
La crisis económica mundial, con un coste de más de 20 billones de dólares, ha significado para millones de personas la pérdida de sus hogares y empleos y ha puesto en peligro la estabilidad económica de prácticamente todos los países desarrollados desde los Estados Unidos hasta Islandia, China, y Grecia.
Inside Job es una larga y nutrida investigación con entrevistas a respetadas fuentes financieras, políticos, y periodistas, con los que el cineasta arroja algo de luz sobre el papel tan importante que estos tuvieron en los sucesos que precedieron la crisis económica mundial. La película traza el auge de una industria deshonesta y desvela las corrosivas relaciones que han corrompido la política, la regulación y la educación.



Nadie va a la cárcel JOAQUÍN ESTEFANÍA DOMINGO - 24-04-2011
Un amigo me advierte: la segunda parte de Inside Job (el documental que relata la Gran Recesión) se encuentra en el número de abril de la edición española de la revista Rolling Stone. En efecto, tras la portada que recuerda el aniversario de la muerte de Jim Morrison aparece un largo artículo titulado A la cárcel con los de Wall Street, con un sumario que reza: "Los delincuentes financieros derribaron la economía mundial, pero el sistema está haciendo más para protegerlos que para procesarlos". Las tesis de la película y del artículo de Rolling Stone coinciden: nadie ha pagado por sus desmanes con la cárcel, y se ha salvado, con el dinero de los ciudadanos, tanto a los bancos como a los banqueros. El autor del texto es Matt Taibbi, familiar para los que han seguido los avatares de la crisis, porque en 2009 publicó otro largo artículo sobre Goldman Sachs en la misma revista, que causó conmoción. En él describía al banco de negocios como "un gran calamar vampiro", cuyo protagonismo ha sido muy activo en todas las crisis financieras de las últimas décadas. Con una peculiaridad: sus hombres, siempre en los más altos puestos del Gobierno de EE UU tanto con demócratas como con republicanos, han manipulado desde el interior del mismo las regulaciones financieras y los mercados de valores.Taibbi atrae inmediatamente la atención del lector con el arranque del artículo: "Nadie va a la cárcel. Ese es el mantra de la era de la crisis financiera, la que ha visto a casi todos los grandes bancos y compañías financieras de Wall Street enredados en escándalos que han empobrecido a millones de personas y han destruido billones de dólares de la riqueza mundial, y nadie ha ido a la cárcel. Nadie salvo Bernie Madoff, un célebre y extravagante artista del timo cuyas víctimas resultaron ser otras personas ricas y famosas". Para Taibbi, los fraudes cometidos son crímenes que implican una elección intelectual, cometidos por personas que ya son ricas y que tienen todas las ventajas sociales que se pueden poseer y que actúan siguiendo un cálculo muy cínico: vamos a robar lo que podamos y luego a ver si las víctimas son capaces de reclamar su dinero a través de una burocracia cautiva. Estos mafiosos atacan la misma definición de la propiedad, que depende en parte de un sistema legal que ha de defender por igual todas las demandas sobre este asunto. El periodista defiende en su artículo que se sustituya el sistema de multas con las que teóricamente se penaliza a los que defraudan (ya que las personas que cometieron los abusos nunca son los que las pagan: los bancos que han defraudado a sus accionistas suelen usar el dinero de estos para pagar las cuentas con la justicia) por penas de cárcel. Y pone un ejemplo con una de sus bestias negras: "Metes a Lloyd Blankfein [presidente ejecutivo de Goldman Sachs] seis meses en la cárcel y toda esta mierda se acaba".

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