jueves, septiembre 02, 2010

La valla de FINBAS

La valla de FINBAS by admin.

En 1965, Martín Cebollero se quedó solo en el pueblo oscense de Bastarás, en plena Sierra de Guara. Siete años después se convirtió en un personaje mediático: “El solitario de Bastarás” apareció en la prensa en varias ocasiones e incluso acudió a Estudio abierto, el popular programa televisivo de José María Íñigo.

Para entonces, finales de 1973, todo el término municipal de su pueblo había sido vendido “a unos catalanes”, parece ser que a una sociedad de cazadores, por una cifra que oscila entre los 5,5 y los 6,5 millones de pesetas, según las fuentes de la época.

El ABC, en su edición del 29 de noviembre de ese año, publicaba un reportaje (“Huesca: se venden treinta pueblos“) que abría con estas palabras:

¡Atención especuladores! Ayer se vendió un pueblo al increíble precio de treinta y cinco céntimos el metro cuadrado, tres mil quinientas pesetas la hectárea. No se apelotonen ni se pisen, por favor, pueblos como Bastarás quedan muchos todavía en el somontano aragonés.

Al fin y al cabo, esto es lo que pensaban nuestros próceres sobre la ordenación del territorio en aquellas fechas:

(Heraldo de Aragón, domingo 18 de febrero de 1972.)

“El solitario de Bastarás” pronto hubo de marchar a vivir a Huesca. En mayo de 1974, Heraldo de Aragón publicaba una breve noticia anunciando la intención de los compradores de cerrar todo el término de Bastarás con una valla. Y recordaba que en el interior de la cerca quedarían encerradas las famosas cuevas de Solencio y Chaves, de enorme interés espeleológico y con importantes restos prehistóricos.

“Cabe preguntarse, en este instante –decía el periódico–, ¿tendrán los estudiosos acceso a estas simas oscenses en el momento que el término de Bastarás esté cercado?”.

El pueblo de Bastarás perdió su nombre y pasó a denominarse “FINBAS (Finca Bastarás; y no “Fimbas”)”. Alfonso Zapater lo visitó en 1976 y dejó constancia de su nuevo estado: “Las calles están cerradas con puertas metálicas y todo el término se encuentra vallado”.

El guarda de la finca le explicaba que lo habían hecho “para evitar posibles saqueos” y hacía este comentario para dar idea de la amplia extensión del término cercado:

Con decirle que hemos necesitado treinta y siete kilómetros de alambradas para vallarlo…

Zapater se preguntaba: “¿Qué dirían los que un día nacieron allí, si regresaran a su pueblo?”.

Cabe suponer que no estarían contentos, precisamente. Lo que no es suposición, sino dato fehaciente, es que por esas fechas los guardias del ICONA habían denunciado a los nuevos propietarios porque aquel vallado era ilegal: una resolución de este organismo de 4 de mayo de 1977 imponía a FINBAS, S.A. el pago de 18.000 pesetas de multa, daños y perjuicios,

como responsable de la ocupación y vallado sin autorización de parte del monte “Las Foces de Rodellar”, debiendo suprimir la valla construida.

FINBAS pagó aquellas perras pero lo que no quería era retirar el vallado, así que interpuso un recurso administrativo. Ganaba tiempo. El recurso se le desestimó en diciembre de 1981, o sea que ya no había excusa, pero no sirvió de nada: treinta años después, la valla sigue ahí.

Corta caminos públicos, barrancos y riachuelos, incumple varias leyes sobre montes, caza y parajes naturales, y desde 1990, año en que la Sierra de Guara fue declarada Parque Natural, incluye en su cercado 270 hectáreas de ese Parque, teóricamente un terreno protegido.

No hay ninguna excusa, ninguna, para que en todo este tiempo no se haya hecho cumplir la ley.

En estos más de 30 años, FINBAS ha cambiado de manos dos veces y ahora pertenece, como es bien sabido, a Victorino Alonso.

Aquella denuncia del ICONA de 1977 no fue ni mucho menos la única. Desde entonces ha habido decenas de ellas, pero todas han tenido idéntico resultado: ninguno. La valla no se quita y no se quita. Los propietarios han abierto pistas con maquinaria pesada, han hecho desmontes y han destrozado parajes de interés natural sin que nuestras instituciones (locales, provinciales, autonómicas, estatales) hayan sido capaces de pararles los pies.

(Tomadas de este blog.)

La última y gravísima salvajada cometida en ese terreno fue, para horror de la opinión pública y desesperación de los investigadores, la destrucción el año pasado de la cueva de Chaves, uno de los yacimientos prehistóricos más importantes de Europa, para hacer un abrevadero.

Todo esto está en los Tribunales, sujeto a recursos y más recursos, confiados los denunciados en la lentitud de las cosas de palacio (eso, por no sugerir otras posibilidades; que, a vista de lo sucedido, parece ser que las hay).

Vuelvo a preguntarme una vez más: ¿nuestras instituciones están de adorno? Porque, delante de los poderosos, se ve que sirven para poco…

Victorino Alonso, el dueño de FINBAS ... ...lleva ya nosecuántas sentencias en su contra… sin que hasta la fecha le haya pasado nada tampoco. ¿Cómo va a plantearse, respetar un pueblín en Huesca, sus caminos, su Parque Natural o una cueva? ¿Le ha enseñado alguien a hacerlo? ¿Le han demostrado que las leyes están para cumplirlas?

A ver: te pilla la Guardia Civil en una carreterucha de tercera sin el cinturón de seguridad puesto y te sopla 200 euros. Tin, tin: a pagar. Te equivocas en una declaración del IVA y te fríen, TE FRÍEN, a multas y recargos. Tin, tin: a pagar. Un chorizo de tres al cuarto hace un robo de tres al cuarto y da con sus huesos en la cárcel de hoy para mañana. Pero viene uno a hacer una estroza terrible con un patrimonio importantísimo en un área que ocupa cientos de hectáreas… y que si verdes las han segao.

Bueno, no: nos sentamos a negociar.

¡¡¡¿¿A NEGOCIAR??!!!

Es desesperante. Mientras tanto, son los ciudadanos los que están dando el callo, levantando sus voces, protestando como pueden.

Si se leen la sugerencia que hizo el Justicia en junio de 2007 al Gobierno de Aragón y al Ayuntamiento de Casbas (en el que se encuadra Bastarás), se darán cuenta de hasta qué punto nuestros gobernantes pecan de una pasividad horrorosa. El Gobierno de Aragón le ha pretende pasar la pelota al Ayuntamiento de Casbas, un pueblo que tiene 322 habitantes, lo que da idea de su presupuesto y fuerzas para hacerse cargo del tema. El Justicia, por ello, recuerda a la Consejería de Medio Ambiente del Aragob sus competencias en materia de caza y protección de la Naturaleza, “singularmente en espacios naturales protegidos, como el que nos ocupa”, considerando que debe

imponer, incluso acudiendo a los medios de ejecución forzosa, el cumplimiento de lo establecido en la vigente legislación.

Y eso que, para cuando el Justicia dijo eso, todavía no se había arrasado la cueva de Chaves…

Debería seguir contando detalles, pero este post corre el riesgo de convertirse en otro tochazo de los míos, así que les remito al blog de APUDEPA, que se ha ocupado reiteradamente de todo esto como voz que clama en el desierto, y a este otro blog, Chaves, la memoria expoliada, que da puntual cuenta de todo lo ocurrido en los últimos años. Y les recomiendo que vean el documental de este mismo título, magnífico trabajo de Ecologistas en Acción e Imanat Films, así como algún otro vídeo ilustrativo. O busquen en Google: la cantidad de información es abrumadora.

Por mi parte sólo voy a añadir una cosa: FINBAS, es decir, Bastarás y todo su terreno vallado, ha cambiado tres veces de propietario en estos treinta años: los cazadores la vendieron a Codorniu, y éstos a una ‘firma’ francesa, hasta que en 2004 pasó a manos de Victorino Alonso. Llegó incluso a ponerse en venta públicamente por una inmobiliaria. ¿No tuvo el Gobierno de Aragón, ya que no fuerzas para hacer cumplir la ley, ocasión más que suficiente entonces para hacerse con la propiedad y liquidar el problema? Nos habríamos ahorrado la destrucción de la cueva de Chaves… y la vergüenza del espectáculo de la inutilidad de nuestras instituciones, cuyos titulares, está visto, solo están atentos y sólo dedican esfuerzos a sus propias luchas internas para salvaguardar las poltronas y las gabelas a ellas adheridas, a costa de nuestras perras y con la excusa de nuestros votos.

Señores políticos, dense cuenta de una vez de que no nos importan un bledo sus declaraciones huecas ni nos hacen mella en absoluto sus carísimas campañas de marketing: lo que valoraríamos los ciudadanos, caso de que alguna vez se decidieran a hacer algo, son sus hechos.

Ahora tienen una oportunidad de demostrarnos que se ganan el sueldo: a ver.

(Tomado de el blog de Inde. Suprimidas ex profeso expresiones malsonantes e insultos)

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