jueves, julio 23, 2009

Un psicólogo alemán diseña un programa para analizar el peligro de que un alumno desarrolle comportamientos violentos

Un psicólogo alemán diseña un programa para analizar el peligro de que un alumno desarrolle comportamientos violentos. El producto está en fase de prueba. PAOLA ÁLVAREZ. BERLÍN
¿Dónde está el límite entre la amenaza de violencia y la perpetración de una matanza? ¿Cómo distinguir a un joven depresivo de un joven potencialmente
violento? Preguntas como esta ocupan desde hace años a policías, psicólogos y criminólogos de todo el mundo. Ahora, un psicólogo alemán cree haber encontrado una posible solución para prevenir matanzas escolares como la ocurrida en el sur de Alemania el pasado 11 de marzo. Aquel día, Tim K., de 17 años, entró en su antigua escuela y acabó con la vida de 12 excompañeros y exprofesores, mató a otras tres personas en su huida y acabó por suicidarse tras ser acorralado por la policía. Lo más trágico es que la de Winnenden no fue la primera masacre de este tipo en Alemania.Por eso, Jens Hoffmann ha tomado a su propio país como principal referencia para diseñar un revolucionario programa de ordenador que analiza el peligro potencial que puede suponer un alumno.
«Alemania es el segundo país tras EEUU por número de matanzas en las escuelas; mi experiencia me ha demostrado que la prevención es el mejor método para evitarlas», así explica Jens Hoffman los motivos que le llevaron a diseñar DyRiAS, siglas en alemán de Sistema de Análisis de Riesgos Dinámicos. El programa diseñado por el profesor de la universidad de Darmstadt elabora un patrón de comportamiento que parte del estudio de los casos de matanzas escolares en Alemania y EEUU con la intención de detectar lo que Hoffmann llama «señales de alarma». «Estudiamos el camino que recorren esos chicos hasta llegar a ese extremo; partimos de la base de que un acto criminal de semejante magnitud es el resultado de un largo proceso y en su desarrollo se dan señales reconocibles. Solo hay que saber detectarlas cuando aún hay tiempo», aclara Hoffmann.
Utilizar el programa
El objetivo es que profesores y psicólogos escolares aprendan a utilizar el software que ya se encuentra en proceso de prueba en varios institutos alemanes y cuya versión definitiva estará lista a finales de este mes. «Está pensado para especialistas, profesores. Ellos son los encargados de detectar comportamientos extraños en los alumnos. Una vez que la atención recae sobre un estudiante, se introducen sus datos en el programa a partir de unas preguntas. Este contrasta los datos con la base de comparación y ofrece un resultado sobre el riesgo real», aclara.
Para Hoffmann, está claro que el problema no son los videojuegos violentos o un trasfondo social determinado. «Es un error habitual pensar que existe un perfil típico. La violencia es una propiedad de la personalidad que puede ser potenciada por muchos factores. Es importante saber cuáles son esas señales de alarma y utilizar el programa solo en caso de que se dé una de ellas». Las señales que cita Hoffmann no son precisamente sutiles. Publicar amenazas en internet, ser descubierto con armas en clase o sufrir una depresión o un trastorno de comportamiento que se traduzca en un cambio de costumbres o en el modo de vestir: «Está claro que siempre hay advertencias, pero a menudo se ven a posteriori. Si el proceso se interrumpe a tiempo a veces basta con una conversación y ofrecer al joven apoyo, que es lo que les falta a menudo».
Condiciones sociales
El profesor rechaza también la idea de que tras el elevado número de casos alemanes, se escondan unas condiciones sociales que propicien el comportamiento: «En estos casos existe un riesgo de contagio, como una enfermedad; una vez que pasa en un país, es mas fácil que se repita en el mismo país porque estos jóvenes buscan modelos cercanos. Fue el caso de Finlandia, que registró dos matanzas de este tipo en un solo año y ha pasado con otras conductas, como ocurrió con el suicidio juvenil en Europa hace un par de décadas; se propagó por contagio».
El programa DyRiAS ofrece también una segunda modalidad enfocada a la detección del peligro en casos de violencia conyugal. DyRiAS Intimpartner está en proceso de prueba y se ha elaborado a partir de 75 casos de hombres que asesinaron a sus parejas o exparejas en Alemania. «Estamos dispuestos a estudiar casos de otros países que presentan muchos casos de este tipo como España. También en la violencia de género existen modelos y procesos que pueden pararse a tiempo», asegura Hoffmann que aún no ha recibido ofertas de colaboración de otros países.

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