La madre del menor de Boiro que apaleó a otro denuncia ahora a la víctima. 05.02.2008 Los autores de la paliza grabada en móvil en Escarabote ya están en libertad vigilada y con una orden de alejamiento. La mujer desempolva ahora el origen del altercado: la presunta agresión a su otro hijo días antes
Lejos de difuminarse con el paso de un tiempo prudencial, la polémica que convirtió a la localidad boirense de Escarabote en el centro de atención de todos los medios de comunicación hace dos meses se ha reactivado.
Los dos niños internados en un centro de menores por haber agredido brutalmente a otro y grabarlo con un móvil, ya están en la calle. Pero la madre del autor de la paliza arremete ahora contra la víctima, de 14 años, a la que acusa de haber pegado días antes a su otro hijo (algo que, al parecer, está tras el origen del altercado). Y le ha denunciado.
Se trate o no de una especie de ajuste de cuentas por la vía judicial, lo cierto es que la mecha del polvorín se ha encendido de nuevo en la tranquila localidad de Escarabote.
Los dos niños internados el pasado día 2 de noviembre en el centro de menores Palavea de A Coruña como autores de la citada paliza y de la grabación de las imágenes que luego fueron difundidas, están en libertad vigilada desde el pasado 3 de enero.
Los hechos habían tenido lugar el pasado día 22 de octubre en el muelle de Escarabote cuando uno de los acusados agredió brutalmente a la víctima, de 14 años, al parecer como represalia porque éste le había pegado unos días antes a su hermano.
El otro menor implicado grabó la paliza con un móvil mientras otros jóvenes jaleaban la agresión. Alguno de ellos llegó a exclamar incluso "este vídeo vai valer o seu peso en ouro".
El niño recibió fuertes golpes en todo el cuerpo. Le dejaron sangrando en el suelo.
Tras dos meses internados en dicho centro, los dos chavales salieron en libertad vigilada, como habían solicitado los abogados encargados de su defensa.
Escarmiento, no venganza
Los padres de la víctima no se opusieron a esta medida pues, según señalaron, sólo pretendían "un escarmiento" para los responsables de los hechos, "no una venganza".
De hecho, pese a que el juez decretó para ellos una orden de alejamiento respecto al menor agredido, según pudo saber este diario, los padres de los tres chavales acordaron no fijar una distancia concreta para dicha orden, dado que las tres familias viven muy cerca en Escarabote.
Evitar incidentes
Aun así, los dos autores de los hechos no podrán acercarse a la víctima ni tampoco comunicarse con ella de ningún modo.
Así, si coincidiesen, por ejemplo, en el interior de un supermercado, los dos chavales ahora en libertad vigilada deberían salir del local de inmediato.
Los abogados de ambas partes pidieron a las familias que transmitan a sus hijos la conveniencia de "evitar situaciones de riesgo" para evitar incidentes.
Sin embargo, el entendimiento mostrado por las tres familias se rompió la semana pasada cuando la madre del niño autor de la paliza denunció al menor agredido. El motivo: la paliza que éste le habría propinado con anterioridad a su otro hijo.
Según pudo saber este diario, la mujer alega que denuncia ahora la presunta agresión porque hasta ahora la desconocía.
Al parecer no existe parte médico de lesiones. Fuentes próximas a la familia del menor ahora denunciado consideran que tras esta sorprendente acción judicial puede estar la intención de la mujer de "restar importancia a lo que hizo en su día su hijo".
Secuelas muy importantes
Tres semanas después de que los principales medios de comunicación de España se hiciesen eco de las imágenes de la brutal paliza, el niño agredido volvió a clase en el colegio Jaime Balmes de Noia, sin hacer uso del informe psicológico que le habría autorizado a estar dos semanas más de baja.
Eso sí: durante las fiestas navideñas, el menor pidió marcharse fuera de Galicia durante dos semanas a casa de un familiar. Sus secuelas psicológicas son muy importantes y, al parecer, le durarán varios años.
Además, tiene problemas neurológicos que le ocasionan continuos dolores de cabeza, así como problemas de visión en un ojo (está por determinar si debido a los golpes que recibió o al estrés acumulado).
De momento, su evolución sigue bajo control y, cuando los médicos emitan el informe definitivo, se remitirá al juzgado que instruye las diligencias para que se pueda fijar la fecha del juicio por la paliza grabada en móvil.
Los dos niños internados en un centro de menores por haber agredido brutalmente a otro y grabarlo con un móvil, ya están en la calle. Pero la madre del autor de la paliza arremete ahora contra la víctima, de 14 años, a la que acusa de haber pegado días antes a su otro hijo (algo que, al parecer, está tras el origen del altercado). Y le ha denunciado.
Se trate o no de una especie de ajuste de cuentas por la vía judicial, lo cierto es que la mecha del polvorín se ha encendido de nuevo en la tranquila localidad de Escarabote.
Los dos niños internados el pasado día 2 de noviembre en el centro de menores Palavea de A Coruña como autores de la citada paliza y de la grabación de las imágenes que luego fueron difundidas, están en libertad vigilada desde el pasado 3 de enero.
Los hechos habían tenido lugar el pasado día 22 de octubre en el muelle de Escarabote cuando uno de los acusados agredió brutalmente a la víctima, de 14 años, al parecer como represalia porque éste le había pegado unos días antes a su hermano.
El otro menor implicado grabó la paliza con un móvil mientras otros jóvenes jaleaban la agresión. Alguno de ellos llegó a exclamar incluso "este vídeo vai valer o seu peso en ouro".
El niño recibió fuertes golpes en todo el cuerpo. Le dejaron sangrando en el suelo.
Tras dos meses internados en dicho centro, los dos chavales salieron en libertad vigilada, como habían solicitado los abogados encargados de su defensa.
Escarmiento, no venganza
Los padres de la víctima no se opusieron a esta medida pues, según señalaron, sólo pretendían "un escarmiento" para los responsables de los hechos, "no una venganza".
De hecho, pese a que el juez decretó para ellos una orden de alejamiento respecto al menor agredido, según pudo saber este diario, los padres de los tres chavales acordaron no fijar una distancia concreta para dicha orden, dado que las tres familias viven muy cerca en Escarabote.
Evitar incidentes
Aun así, los dos autores de los hechos no podrán acercarse a la víctima ni tampoco comunicarse con ella de ningún modo.
Así, si coincidiesen, por ejemplo, en el interior de un supermercado, los dos chavales ahora en libertad vigilada deberían salir del local de inmediato.
Los abogados de ambas partes pidieron a las familias que transmitan a sus hijos la conveniencia de "evitar situaciones de riesgo" para evitar incidentes.
Sin embargo, el entendimiento mostrado por las tres familias se rompió la semana pasada cuando la madre del niño autor de la paliza denunció al menor agredido. El motivo: la paliza que éste le habría propinado con anterioridad a su otro hijo.
Según pudo saber este diario, la mujer alega que denuncia ahora la presunta agresión porque hasta ahora la desconocía.
Al parecer no existe parte médico de lesiones. Fuentes próximas a la familia del menor ahora denunciado consideran que tras esta sorprendente acción judicial puede estar la intención de la mujer de "restar importancia a lo que hizo en su día su hijo".
Secuelas muy importantes
Tres semanas después de que los principales medios de comunicación de España se hiciesen eco de las imágenes de la brutal paliza, el niño agredido volvió a clase en el colegio Jaime Balmes de Noia, sin hacer uso del informe psicológico que le habría autorizado a estar dos semanas más de baja.
Eso sí: durante las fiestas navideñas, el menor pidió marcharse fuera de Galicia durante dos semanas a casa de un familiar. Sus secuelas psicológicas son muy importantes y, al parecer, le durarán varios años.
Además, tiene problemas neurológicos que le ocasionan continuos dolores de cabeza, así como problemas de visión en un ojo (está por determinar si debido a los golpes que recibió o al estrés acumulado).
De momento, su evolución sigue bajo control y, cuando los médicos emitan el informe definitivo, se remitirá al juzgado que instruye las diligencias para que se pueda fijar la fecha del juicio por la paliza grabada en móvil.
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