domingo, febrero 03, 2008

El auténtico rostro de Manuel Lamela y Esperanza Aguirre

La estructura del PP hace que estas personas con sus valores individuales intransferibles sean los que medren y alcancen los puestos de mayor responsabilidad en el partido.
La cara es el espejo del alma y mirando sus rostros uno busca y busca en lo más profundo y siente y encuentra lo que hay... (No hace falta explicarlo. Es algo que cualquiera puede notar.)
¿Perseguir a los médicos que calman el dolor angustioso de los enfermos terminales? ¿Una denuncia anónima? ¿Lo mejor para el partido. Servir en cada momento en el puesto más adecuado a los intereses del partido? ¿Ideología liberal? El electorado es sabio y pone a cada uno en su sitio. Lástima que no haya, ni jamás las habrá en este país, listas abiertas, para poder premiar a cada persona en la medida que merece.


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