miércoles, junio 27, 2007

Los ecologistas denuncian cambios en el río por las obras de la Expo en Zaragoza

Política hidráulica Los ecologistas denuncian cambios en el río por las obras de la Expo
Las últimas riadas han formado varias islas de grava que ocupan parcialmente el cauce urbano. La crecida se llevó un tramo de cien metros de orilla con diez chopos blancos catalogados.26/06/2007 EL PERIÓDICO

Las obras de la Expo han modificado el curso hídrico del Ebro tras las últimas riadas. Según fuentes ecologistas, la obstrucción del cauce por parte de las infraestructuras necesarias para levantar el pabellón puente, el azud o el puente del Tercer Milenio ha generado cambios en la morfología del tramo urbano del río.
Destaca la creación de dos isletas de gravas que llegan a ocupar la mitad de la anchura del Ebro, una junto al club Helios y otra en La Almozara. También resalta la desaparición de un tramo de orilla derecha de unos cien metros de largo por quince de ancho junto al club deportivo militar El Soto. Aquí, la fuerza del río se ha llevado, entre otros, un conjunto de unos diez chopos blancos catalogados por el ayuntamiento y ha dejado un cortado de tres metros.
"La semana pasada presentamos varias denuncias ante Confederación Hidrográfica por cómo se está actuando tras la crecida de abril. Las máquinas han entrado con prisas al río para extraer las gravas. Y están dragando el cauce sin tener permiso para ello", explica Jesús Maestro, presidente de la asociación naturalista Ansar. Asimismo, estos ecologistas han pedido responsabilidades a la empresa que ejecuta las obras y a la propia CHE por los daños causados, que exigen los reparen. Fuentes del organismo de cuenca indicaron que cuatro de las obras denunciadas --referentes a la construcción de un paso temporal de camiones y al proyecto del iglú que acogerá los espectáculos de la muestra-- tienen todos los permisos en regla. La quinta, referente a la extracción de áridos por una excavadora el 17 de mayo junto al puente del Tercer Milenio ha originado la apertura de un expediente informativo.
La normativa estipula que no debe haber obstáculos dentro del río durante una crecida. "Nosotros comprobamos que sí se retiraron los del azud, pero los del pabellón puente permanecieron ocupando la mitad del cauce porque sostenían la estructura. Y si se quitaban, se caía. De ahí que la CHE estuviera vigilante, ya que al estrecharse el río, el agua de la crecida cogió más velocidad, arrastró las gravas del fondo y erosionó, con mucha fuerza, la orilla derecha", añade.
Precisamente estos restos son los que se han depositado en los tramos anchos del Ebro. De hecho, se prevé que conforme el caudal baje, aparezcan nuevas isletas de gravas.
Ansar lamenta que las obras que se están realizando dentro del Ebro no lleven consigo una evaluación específica de impacto medioambiental, sino que se engloben dentro de un único proyecto previo. "Las máquinas están trabajando ahora mismo aguas arriba del puente del cuarto cinturón y aguas abajo del azud y del pabellón puente. Y lo que pedimos es un plan de actuación, que no existe, para trabajar en el Ebro. Un estudio que delimite dónde se deben quitar gravas, a qué profundidad y hasta dónde", recalca.
Mientras tanto, los deportistas del club Helios deben caminar sobre isletas para poder introducir las canoas en el cauce del Ebro.
* Ansar denuncia talas y daños a los árboles del Canal que están en el paseo Reyes de Aragón

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